

Ya se va acabando el veranito y arrancando el nuevo curso académico, y qué mejor manera de empezarlo que con una entrada dedicada a un grupo de personas muy especial: los alumnos y profesores con los que tuve la suerte y placer de trabajar este verano en el curso sobre la traducción médica en la UIMP.
Ya nos había avisado Fernando Navarro, el coordinador del curso, que iba a ser una semana intensa, llena de momentos de tertulia distendida y oportunidades para compartir ideas sobre los sectores profesionales y trayectorias personales que teníamos en común; pero no me imaginaba que sería hasta tal punto que me he ido del curso con tantas ideas y cosas sobre las que reflexionar que creo que todavía estoy haciendo la digestión de todo. Encantadísima estoy de haber participado en el curso y de haber formado parte de un equipo de grandes profesionales como Gustavo Silva, Marta Lucero y Raquel Boix, que con sus impresionantes trayectorias profesionales en el mundo de la traducción e interpretación médica y sus amplios conocimientos han aportado mucho al curso en lo que se refiere a lo profesional con actividades prácticas y aplicables. Es de agradecer, además, su gran cercanía y el toque personal con el que llevaron a cabo sus talleres y que marcó toda su comunicación con los alumnos del curso. Me siento muy agradecida y asombrada por la gran cercanía y generosidad de Fernando Navarro durante toda la preparación y entrega del curso. Su manera de ser y de trabajar de forma incansable para que el curso fuera tan enriquecedor y que sobrepasara las expectativas de todos me impresionó muchísimo. Encontrar que la persona que hizo el diccionario del inglés médico sea una persona tan entrañable es un verdadero regalo.
Les doy las gracias también a todos los alumnos, (o alumnas y a Aris ;)) por su participación en las actividades y el interés que mostraron a lo largo del curso. Estoy segura de que más de una se va a casa con nuevas ideas y otra perspectiva sobre su futuro en el sector de la traducción e interpretación médica, y que quizás a nivel personal el curso haya tenido su impacto también. Contar con alumnas como Teresa Pons para sacarnos una risa y añadir dinamismo a las actividades grupales ayudó mucho a que el grupo cuajara. Tener la posibilidad de charlar de forma distendida con Jorgelina Taveira sobre el lado humano del ser humano me marcó mucho también. Fue un regalo además tener la oportunidad de conocer a jóvenes como Cristina Zuli y Aris Montesinos, que brillaron mucho en la actividad extraescolar de interpretación simultánea que impartió mi compañera Raquel Boix. Le doy las gracias también a Mari Carmen Ruiz Alcocer por esta crónica del curso y sus lindas palabras.
Y a todas las demás alumnas del curso también mi reconocimiento, ya que demostraron su capacidad para trabajar en este sector, mediante los ejercicios que hicieron en clase, y su implicación de cara a seguir mejorando sus perfiles y adquirir nuevos conocimientos para sus trabajos. Creo que puedo decir con seguridad que desde el equipo docente logramos los objetivos que nos planteó Fernando hace un año cuando se puso en contacto con nosotros, y que, desde mi perspectiva, los superamos con holgura, pues yo me he ido de Santander enamorada de la ciudad, de la experiencia y de todos vosotros que hicisteis que esto fuera posible. ¡GRACIAS!