

Una de las metodologías fundamentales que enseño a mis alumnos en mi programa de entrenamiento online «Taller práctico de traducción jurídica EN/ES» es usar el Derecho comparado como fuente esencial de documentación a la hora de traducir textos jurídicos.
Si tu combinación es inglés/español, teniendo en cuenta los problemas típicos de trabajar con ordenamientos jurídicos tan diferentes y la dificultad de encontrar equivalentes entre términos, se hace preciso estudiar la terminología jurídica en su contexto.
Pero, te hago tres preguntas clave:
- ¿Tienes tiempo para esto?
- ¿Justifica tu tarifa dedicarle tanto tiempo a un texto?
- ¿Tienes los conocimientos necesarios para ponerte a hacer de comparatista jurídico entre figuras y conceptos de Derecho de dos países?
Creo, sinceramente, que tiene mucho más sentido aprovechar el trabajo realizado por otros en estudios de Derecho comparado.
Pero… ¿qué es el Derecho comparado y cómo lo encuentro? En la Enciclopedia jurídica lo definen así:
Es una técnica para estudiar el Derecho, caracterizada por contrastar instituciones o figuras jurídicas de distintos ordenamientos con el fin de profundizar en el conocimiento del ordenamiento propio. (…) se considera más fecundo el contraste entre figuras o instituciones de ordenamientos pertenecientes a distintas familias de Derecho. En este sentido, un contraste de gran interés para los ordenamientos de la familia romano-germánica, es el practicado con los ordenamientos de la otra gran familia de derechos occidentales: el Derecho angloamericano o familia del Common Law.
Es decir, el Derecho comparado consiste en, literalmente, comparar sistemas jurídicos, instituciones, figuras, etc. Es un recurso de excepcional valor para el traductor jurídico porque son estudios realizados, normalmente, por juristas y éstos comparan y, por tanto, traducen conceptos jurídicos que con frecuencia carecen de equivalentes evidentes.
Veamos un ejemplo práctico: imagina que debes traducir un texto sobre el famoso trust inglés, tan difícil de traducir. Voy a Google y hago una primera búsqueda muy sencilla con los siguientes términos: derecho comparado trust inglés.
Mira los resultados que me da esta primera búsqueda:
Ahí tienes ya un camino abierto de gran valor para documentarte rápidamente. Son estudios hechos normalmente por juristas o por estudiosos de la traducción jurídica, que han buscado «traducir», por vía de la comparación, este concepto al sistema propio. ¡Han hecho un trabajo que sin duda te ahorrará mucho tiempo!
En esa primera página de resultados de Google, el último enlace, por ejemplo, te lleva a un interesantísimo artículo titulado: ««Trusts» y fideicomisos: un paradigma de las dificultades del uso de préstamos, calcos y neologismos en la traducción jurídica al español», de David José Deferrari.
Esta metodología la puedes emplear prácticamente para cualquier rama del Derecho y encontrar estudios de gran valor para el traductor.
Ésta y otras estrategias, términos y conceptos, son las que te enseño en mi programa online de entrenamiento en traducción jurídica, cuya matrícula está ya abierta.
Y si te inscribes antes del 1 de febrero, tienes tres ventajas muy especiales:
- Tarifa early bird por inscripción temprana antes del 1 de febrero: abonarás 175€ en lugar de 250€.
- Master class en directo sobre terminología esencial procesal para traductores jurídicos (civil y penal)
- Mi super checklist o lista de verificación para una traducción jurídica (quasi) perfecta, una verdadera auditoría para tus traducciones.
Una vez que te matricules, tendrás acceso inmediato y de por vida a este taller tan práctico.
¿Nos ponemos el chándal y empezamos a entrenar?
¡Feliz jueves!
Lola Gamboa