

Justo cuando piensas que te has podido inventar una palabra en inglés y que ha colado porque resulta que esa palabra existe, te das cuenta (o no) de que esa palabra en realidad significa otra cosa y no lo que tú querías decir exactamente. Sí, hablo de los cognados falsos, o palabras que, por su semejanza morfológica se parecen mucho a palabras de otro idioma, pero que tienen otro significado. Como, por ejemplo, “library” (biblioteca en inglés), y librería (“bookshop” en inglés). Este fenómeno del lenguaje se encuentra tanto en el inglés general como en el inglés médico. Y es algo sobre lo que creo que merece la pena reflexionar, no sólo desde la perspectiva de un estudiante de inglés, o del médico que redacta un informe en inglés, sino también desde la necesidad de saber qué término escoger a la hora de traducir un texto del ámbito médico sanitario y así evitar cometer errores de traducción.
Aunque hay muchos falsos amigos entre el inglés y el español que podemos mencionar dentro del contexto médico, he elegido concentrarme en cinco de ellos para esta entrada.
“Gripe” y “gripe”
Como vemos con estas primeras palabras, los cognados a veces pueden tener exactamente la misma forma y dos significados muy distintos: en español, la gripe es una enfermedad infecciosa que ataca a las vías respiratorias, mientras que en inglés “gripe” (OJO con la pronunciación) se refiere a cólicos o retortijones. Quizás el contexto más frecuente en el cual se encuentra esta palabra en inglés sea en el tratamiento de los cólicos de lactante, donde encontramos “gripe water”, un remedio a base de hierbas para aliviar a los bebés que sufren gases. También podemos hablar de “griping pain” para referirnos al dolor que provocan los retortijones intestinales, lo cual tiene bastante sentido al considerar los orígenes etimológicos de la palabra, que viene originalmente de “grasp” en inglés, del alemán “greifen”, que significa agarrar. Es fácil entender cómo se vincula la sensación de retortijones con la idea de que alguien te agarra y retuerce los intestinos.
“Constipated” y “constipado”
Otra palabra en inglés que podemos encontrar dentro del contexto de aparato digestivo es “constipated”, que tiene como significado estreñido y no resfriado, aunque a veces nos cuesta acordarnos de ello. De esta misma raíz podemos hablar de “constipation” (estreñimiento). Un ejemplo de su uso sería “these tablets will help relieve your consipation”. De nuevo vemos como esta palabra nos engaña y nos lleva a pensar en alguna afección de las vías respiratorias, cuando en realidad hablamos de los intestinos.
“Agony” y “agonía”
Al encontrar frases con la palabra “agony” en inglés, tened cuidado para no siempre interpretarla como agonía, ya que mientras que en español por agonía entendemos la angustia y congoja del moribundo o el estado que precede a la muerte, en inglés la palabra se suele utilizar para referirse a un dolor extremo y duradero. Estas palabras tienen truco en realidad, porque, aunque es cierto que podemos encontrar una acepción de “agony” más cerca de agonía en español, y en algún contexto médico puede significar justamente eso, por lo general esta palabra la usamos para hablar del dolor.
“Sane” y “sano”
Con “sane” también tenemos que tener cuidado, ya que no lo podemos interpretar por sano en el sentido de la salud física. Y es que en inglés esta palabra se emplea para hablar del estado psíquico de una persona. “Sane”, por lo tanto, significa sensato o cuerdo. Sin embargo, hay que tener cuidado con el uso de esta palabra dependiendo del contexto en el cual la usamos, ya que hoy en día, no se considera políticamente correcto emplear “sane” en el ámbito profesional. A la hora de redactar un informe médico, por ejemplo, sería más adecuado elegir la “mentally well” or “mentally unwell”, según el estado del paciente. Para decir sano, y referirse a la salud física, habría que emplear la palabra “healthy”.
“Control” y “controlar”
Terminamos por tratar “control”, un verbo con el que tenemos que tener cuidado porque puede tener muchas acepciones, según el contexto en el que lo encontramos. Dentro del inglés médico podemos decir “control a haemorrhage”, “control your temperature» y “control the effects of an overdose”, por ejemplo. Y en cada una de estas expresiones encontraríamos un verbo distinto en español para expresar ese “control”. Si nos referimos a una hemorragia, mientras en inglés se dice “to control a haemorrhage”, en español sería más correcto decir detener o restañar una hemorragia para expresar esta idea que elegir la palabra controlar, ya que estos verbos reflejan el verdadero significado. Lo mismo pasa con una sobredosis, diríamos en español neutralizar los efectos de una sobredosis, no controlar los efectos de una sobredosis, y lo mismo, con “control your temperature», donde en lugar de decir controlar la temperatura, diríamos más bien regular la temperatura.
Como podéis ver, elegir la palabra adecuada es más complejo de lo que uno puede pensar a veces, por o que siempre recomiendo buscar os significados de nuevos términos en diccionarios monolingües, y si es posible, distintos documentos y contextos para ayudarnos a entender mejor qué quiere decir. Espero que os haya gustado la entrada de hoy y que la encontréis de utilidad.
¡Feliz martes!