La entrada de hoy viene inspirada por el tema de la salud mental materna, ya que este mes es el mes de la salud mental materna a nivel mundial, y es un tema con el que me identifico mucho como madre de dos niños pequeños. Justo coincide también que el tema cobra más relevancia para mí este mes por una visita reciente que hice a mi hermana, y su hijo recién nacido, en Inglaterra, y durante la cual pude volver a vivir, esta vez de otra forma, las emociones y cambios por los que una madre pasa durante el puerperio.
Ya mencioné, brevemente, en otra entrada el término “baby blues”, y el peligro de entenderlo como sinónimo de “postpartum depression o PPD”. Y es que es cierto que con cierta frecuencia estas dos expresiones se usan casi de forma intercambiable en los medios y artículos de gran divulgación; sin embargo, sí que hay una diferencia entre ellas. Y es que “baby blues” se usa más frecuentemente para expresar esa tristeza y melancolía que experimentamos las madres después del parto, la cual, según el Postpartum resource center of New York, entre 60%-80% de madres experimentamos en el puerperio. El término “postpartum depression”, (depresión puerperal), sin embargo, se refiere a una vivencia más grave de este tipo de sentimiento, que en realidad es una auténtica psicosis o depresión, y que requiere tratamiento.
Cabe destacar algunos términos más relacionados con este mismo tema, como, por ejemplo, “postpartum psychosis”, el cual denomina un trastorno grave, pero poco común, en el cual la puérpera pierde el sentido de la realidad durante períodos extensos de tiempo. Los síntomas se suelen presentar durante las primeras semanas después del parto e incluyen alucinaciones (“hallucinations”), delirio confusional (“delusion”), inestabilidad emocional o cambios repentinos de humor (“mood swings”) e ideas de suicidio (“suicidal thoughts/ideation”).
El otro término en inglés médico que creo que puede ser de interés en relación con este tema es “Perinatal Mood and Anxiety Disorders (PMAD)”. Este término es un término general que se emplea para describir estos trastornos de los que he hablado hoy, y otros que afectan a la estabilidad emocional de la mujer durante el embarazo y puerperio.
Os dejo con un par de enlaces por si os apetece leer más sobre este tema en inglés. El primero es una página de la NHS, donde se encuentra una descripción más detallada de la depresión puerperal, y que a su vez incluye enlaces externos a asociaciones como APNI (Association for Post Natal Illness), y PANDAS foundation, las cuales trabajan para ayudar a mujeres que padecen estos trastornos. Otra página que aporta mucha información y, por lo tanto, ejemplos de los términos relacionados con este tema es el Postpartum Resource Centre of New York.
Espero que os haya resultado de interés la entrada de hoy y os deseo un muy feliz martes.