

Los que me lleváis leyendo un tiempo sabréis que ya he comentado algo sobre las diferencias entre el inglés médico y el español médico en lo que se refiere al registro de las palabras escogidas por los profesionales sanitarios, ya que a menudo, en el inglés médico hay una predilección por los términos cotidianos aún cuando existen términos más técnicos de raíz latina. Y esto es algo que ocurre no sólo en la interacción oral entre profesional sanitario y paciente, sino también entre profesionales del sector, donde, por ejemplo, ciertos términos cotidianos se emplean con mucha más frecuencia que el equivalente técnico. Algunos ejemplos serían, “ear, nose and throat specialist (ENT)” en lugar de “otolaryngologist” (otorrino) y, “watery eyes” o “tearing” en lugar de “epiphora” (epífora).
Y es que la elección de términos del lenguaje vulgar, de estos términos más cotidianos, forma parte de un intento de simplificar la comunicación muchas veces, algo hacia el que se trabaja en varios sectores profesionales en Reino Unido. Allí, existe ya desde hace tiempo un movimiento (“the plain language movement”), para simplificar el lenguaje empleado en ciertas profesiones donde la jerga técnica dificulta la comprensión para los usuarios de los servicios proporcionados. Para los que tenéis que redactar o traducir textos en inglés médico, este movimiento y las pautas que os voy a dar hoy os interesarán porque os ayudarán a cambiar ciertos aspectos de los textos con los que trabajáis para que se parezcan más a textos originales en inglés. Hoy os daré tres consejos sobre cómo mejorar la redacción de textos para este sector, pero con un poco de investigación más profunda sobre este movimiento, encontraréis más pautas que pueden ser de interés.
Consejo #1: Escoge palabras menos técnicas.
Aunque es obvio que dentro de un texto de inglés médico esperarías encontrar los términos técnicos y la jerga profesional, y más si se trata de la comunicación entre profesionales del mismo sector, como por ejemplo en la literatura académica publicada por investigadores, es cierto que hay ciertos textos en los cuales es beneficioso cambiar los términos que serían difícilmente entendidos por el lector. Ejemplos de esto englobarían cualquier comunicación con el paciente, sean informes médicos, prospectos de medicamentos o formularios de consentimiento para pruebas diagnósticas o tratamientos. Las siguientes palabras son ejemplos de jerga que dificultan la comprensión para los pacientes. A su lado os pongo palabras más adecuadas para comunicarse con ellos.
Consejo #2: Cambia la voz pasiva por la voz activa.
Un cambio tan sencillo como escoger la voz activa en lugar de frases en la voz pasiva ayuda a mejorar la comprensibilidad de un texto en inglés. Esto es algo que podemos tener en cuenta a la hora de revisar lo que hemos escrito y buscar maneras de hacer cambios. En lugar de decir “You are asked to bring a urine sample to your next appointment”, podemos decir “Please, bring a urine sample to your next appointment.”, o “We ask you to bring a urine sample to your next appointment.” Otro ejemplo del tipo de cambio que podemos efectuar viene a continuación:
Cambiamos esto: “Dyspepsia was a side-affect reported by 3 out of every 100 patients in the drug trial.”
Por esto: “3 out of every 100 patients reported experiencing indigestion in the drug trial.”
De la misma manera, en la comunicación oral, podemos evitar usar la voz pasiva y jerga técnica y dejar el mensaje mucho más claro, como en el siguiente ejemplo:
“Would you like an antiemetic to be brought to you to ease your nausea?”
“Would you like me to bring you some medicine to make you feel less sick / nauseous?”
Consejo #3: Empieza un nuevo párrafo para cada “idea” diferente.
Siempre me acuerdo de esta pauta de redacción del instituto, cuando aprendimos a redactar casi cualquier texto. Y es que en inglés, la claridad y el restringir la cantidad de ideas por párrafo y por frase se consideran importantes a la hora de escribir, pues el mensaje así es más directo y hay menos probabilidad de que el lector pierda el hilo de lo que le queremos decir. Podemos simplemente empezar un nuevo párrafo cada vez que presentamos nuevas ideas en un texto, u otra manera eficaz de efectuar este tipo de cambio en la redacción es escoger un formato de pregunta y respuesta. Y, como vimos en el último webinario gratuito, esto es precisamente cómo se organiza el texto en los prospectos de los medicamentos en inglés. De hecho, creo que en los prospectos españoles también se está empezando a emplear esta estructura junto con un lenguaje menos técnico. Es frecuente encontrar la pregunta “what is this medication and what is it used for?” al principio de un prospecto, o distintas secciones con apartados encabezados como, “how to take this medication” o “when not to take this medication”, en lugar de “administration instructions” o “contraindications”.
Como veis, hay varias reflexiones sobre distintos aspectos de un texto que podemos hacer para buscar maneras de facilitar su lectura y comprensión. Aunque es cierto que a veces los tecnicismos son necesarios y parte del idioma y tienen su contexto adecuado, hay muchos otros momentos cuando es más apropiado elegir términos más cotidianos, y más en este ámbito donde una buena comunicación con el paciente juega un papel tan importante. Y para los que traducís esta comunicación, esa predilección por los términos vulgares añade otra tarea a vuestra tarea, pues tenéis que enfrentaros a otra diferencia entre el inglés y el español en términos de cómo nos comunicamos. Para terminar, os dejo con un par de ejemplos de lenguaje poco claro y os reto a simplificarlo, a mejorar la comunicación para que quede más “patient-friendly”. Me encantaría leer vuestras propuestas en los comentarios abajo.
¡Feliz martes!
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