

Hace ya un tiempo hice una encuesta en mi grupo de traductores e intérpretes en Facebook sobre las principales dificultades (reales o percibidas) de hacer traducción jurídica.
El obstáculo más votado fue el no poder expresarse como lo haría un jurista.
Es natural.
Los abogados y profesionales del Derecho usamos con fluidez un lenguaje especializado y preciso que prácticamente nadie más habla a ese nivel.
Así que hoy quiero repasar contigo 5 expresiones propias de abogados, que como traductor o intérprete te viene bien conocer y entender para saber cómo traducirlas cuando te encuentres con ellas o con sus posibles equivalentes en otras lenguas.
¿Te animas a este repaso? ¡Vamos a ello!
Cuerpo cierto
Como cuerpo cierto es una expresión habitual en los contratos de compraventa inmobiliaria.
Su aparente sencillez nos puede llevar a no concederle la importancia que tiene.
Podemos pensar que es solo una forma de hablar.
Y en Derecho casi todo tiene un significado preciso.
Cuando una compraventa se realiza como cuerpo cierto (o a cuerpo cierto), se entiende que la parte compradora compra una propiedad tal cual es, compra lo que ve, con independencia de su superficie real.
En el contrato se suelen reflejar los metros que tiene el inmueble pero estipular que se compra como cuerpo cierto hace que ese dato sea irrelevante, y en consecuencia, no cabe reclamación alguna en caso de tener luego la propiedad más o menos metros.
Es decir, que si por ejemplo, con posterioridad el inmueble tiene menos superficie real en m2 que la expresada en el contrato (lo que se llama un defecto de cabida), no se podrá en principio reclamar al respecto, porque se compró como cuerpo cierto.
Ni que decir tiene que la venta como cuerpo cierto a quien beneficia normalmente es al vendedor.
Es muy importante entender esta expresión y traducirla bien, porque no es banal.
A definitivas
Si eres intérprete en lo penal, seguramente habrás escuchado esta expresión a los letrados y al ministerio fiscal casi al terminar el juicio:
El juez o jueza les pregunta:
¿Conclusiones?
Defensa y acusación suelen contestar:
A definitivas.
¿Pero qué significa? ¿Qué entiendes tú? ¿Cómo se la trasladas a tu cliente en el caso de que estés pudiendo hacer interpretación susurrada de toda la vista?
Cuando acusación o defensa dicen ¡a definitivas!, quieren decir que elevan sus escritos de conclusiones provisionales a definitivas.
Esto es, que practicada la prueba en el juicio, mantienen tal cual sus respectivos escritos de acusación y defensa originales sin modificar nada.
Y entonces pasan normalmente a informar, es decir a resumir para el/la juez/a lo acontecido en el juicio.
Hoja de encargo
Si trabajas para un despacho de abogados, un documento que te podrían solicitar que tradujeras es su hoja de encargo profesional.
Es este un documento esencial para un despacho, puesto que constituye en definitiva el contrato entre el abogado y su cliente.
Según la OCU:
La hoja de encargo profesional es un contrato en el que se reflejan las condiciones en las que el abogado acepta la petición de trabajo del cliente, quedando reflejados los honorarios del letrado y el problema jurídico por el que se han requerido sus servicios.
En la web del Consejo General de la Abogacía Española, podrás encontrar un modelo de hoja de encargo.
Caducidad vs prescripción
No sé si sabes que los plazos en el tráfico jurídico son esenciales.
Y que en nuestro ordenamiento tenemos dos tipos de plazos: de caducidad y de prescripción.
Es importante conocer las diferencias entre ambos, pues no podemos usarlos como sinónimos o indistintamente sin errar y provocar consecuencias jurídicas relevantes.
Porque se te pase un plazo puede ser un gran drama. O una gran suerte, dependiendo de qué parte seas.
Por ejemplo, los delitos prescriben, no caducan.
Tanto la prescripción como la caducidad consisten en la extinción del derecho subjetivo por su no ejercicio en el transcurso de un periodo de tiempo determinado.
Es decir: si yo por ejemplo tengo derecho a reclamarte una deuda que me debes, debo hacerlo dentro de un plazo, que la ley marca. No puedo llegar 20 años más tarde y reclamarte.
La diferencia crucial es que la prescripción se interrumpe mientras que la caducidad se suspende.
¿Y eso qué quiere decir, por la gloria bendita ?
Nuestro Código Civil establece que:
La prescripción de las acciones se interrumpe por su ejercicio ante los Tribunales, por reclamación extrajudicial del acreedor y por cualquier acto de reconocimiento de la deuda por el deudor.
Por tanto, una reclamación extrajudicial por ejemplo de una deuda, interrumpiría el plazo de prescripción.
Si yo dispongo de un plazo de 5 años para reclamar algo y lo reclamo extrajudicialmente a los 6 meses, con esa acción el plazo se interrumpe y contaría de nuevo con un plazo de 5 años para reclamar por ejemplo judicialmente.
Si el plazo fuera de caducidad, la reclamación solo suspendería el plazo y entonces contaría con 4 años y 6 meses restantes para poder ejercitar mi Derecho ante los tribunales.
Admitir a trámite
La admisión a trámite de la demanda es la primera decisión que se adopta judicialmente una vez que se ha presentado una demanda y ha sido repartida a un Juzgado de 1ª Instancia.
La lleva a cabo el Letrado de la Administración de Justicia, (otrora Secretario Judicial) por medio de decreto en el que se admite la demanda y a continuación se da traslado al demandado de la reclamación para que la conteste en el plazo de veinte días.
Es decir, podemos decir que es la puesta en marcha oficial de un procedimiento judicial.
Las demandas deben reunir una serie de requisitos para su admisibilidad. No toda demanda será admitida a trámite en un juzgado.
Lo mismo pasa con las querellas y denuncias en lo penal, las demandas en lo laboral o los recursos en general.
Puede parecer una expresión obvia pero la he incluido aquí porque es una colocación típicamente jurídica que rara vez he visto empleada en los ejercicios de traducción por mis alumnos/as traductores e intérpretes.
¡Y hasta aquí por hoy!
Como ves el lenguaje del Derecho está plagado de expresiones que tienen un significado muy preciso y jurídicamente relevante.
Y de cosas que se dicen así y punto.
Estas son simplemente algunos ejemplos de ellas.
Y esta es solo la mitad de la ecuación, porque tan interesante y útil es conocer nuestro propio ordenamiento jurídico como el de la otra lengua con la que trabajemos.
Ya conoces mi propuesta: aprender Derecho para poder expresarte como (o mejor de hecho que) un jurista.
¡Feliz jueves!
4 comentarios. Dejar nuevo
Hola Lola,
Muchas graciar por retomar tus actividad en el blog!
La entrada, lo encuentro muy útil me dió la motivación y un impulso que necesitaba. Cada expresión me sirve como una mini tarea, que me ayuda en la práctica de traducción más regular, como trato a retomarla.
Gracias Alejandra por este comentario tan amable. Me da mucha alegría que te sirva y que te haya además inspirado. La traducción jurídica es un gran reto y quienes la realizáis tenéis muchísimo mérito.
Hola, Lola.
Acabo de leer la entrada de «como cuerpo cierto» (a cuerpo cierto). No sé por qué al leerla me ha venido a la mente el «as is» (https://en.wikipedia.org/wiki/As_is) y quería preguntarte si «como cuerpo cierto» sería una traducción correcta. Dudo un poco porque, por la explicación que das, parece que el «a cuerpo cierto» se utiliza más (¿solamente?) en un contexto inmobiliario? mientras que el «as is» aparece en muchos contratos (de todo tipo).
Gracias de antemano por tu respuesta y un saludo
Hola, Carlos. Gran pregunta. Yo siempre he usado «como cuerpo cierto» pero cuando hice una primera búsqueda encontré con frecuencia el «a cuerpo cierto». Yo siempre lo he usado de la primera forma. En cuanto a si se da en contextos más allá del inmobiliario, no sabría decirte ahora mismo. Para mí es propio de contratos de compraventa inmobiliaria, pero no puedo afirmar que no se dé en otros casos.