

En un post anterior analizamos las principales dificultades con las que se encuentra el traductor jurídico. Las sometimos a votación en el grupo de Facebook Traductores e Intérpretes de Málaga y el obstáculo más votado fue el no poder expresarse como lo haría un jurista.
Hoy vamos a presentar 5 expresiones propias de abogados, que como traductor o intérprete debes conocer para saber cómo traducirlas cuando te encuentres con ellas o con sus posibles equivalentes en otras lenguas:
- Como cuerpo cierto. Es una expresión habitual en los contratos de compraventa inmobiliaria. Su aparente sencillez nos puede llevar a no concederle la importancia que tiene. Cuando una compraventa se realiza como cuerpo cierto, el vendedor se obliga a entregar la cosa vendida y el comprador a pagar el precio pactado. Si por ejemplo, con posterioridad el inmueble tiene más o menos superficie que la indicada en el contrato, será irrelevante y no se podrá reclamar al respecto, puesto que lo que se está adquiriendo es lo que se ve y se ha comprobado, no los metros exactos que existan. Es decir, el comprador está adquiriendo lo que ve, independientemente de lo que conste inscrito en el Registro.
- A definitivas. Si eres intérprete en lo penal, seguramente habrás escuchado esta expresión casi al terminar el juicio. ¿Pero qué significa? ¿Cómo se la trasladas a tu cliente en el caso de que estés pudiendo hacer interpretación susurrada de toda la vista? Cuando fiscal o defensa dicen ¡a definitivas!, quieren decir que elevan sus escritos de conclusiones provisionales a definitivas, esto es, que practicada la prueba en el juicio, mantienen tal cual sus respectivos escritos de acusación y defensa. Y entonces pasan a informar.
- Hoja de encargo. Si trabajas para un despacho de abogados, un documento que podrían solicitar que tradujeras es su hoja de encargo profesional. Es este un documento esencial para un despacho, puesto que constituye el contrato entre el abogado y su cliente. Según la OCU: La hoja de encargo profesional es un contrato en el que se reflejan las condiciones en las que el abogado acepta la petición de trabajo del cliente, quedando reflejados los honorarios del letrado y el problema jurídico por el que se han requerido sus servicios. En la web del Consejo General de la Abogacía Española, podrás encontrar un modelo de hoja de encargo.
- Caducidad vs prescripción. Los plazos en el tráfico jurídico son esenciales. Y en nuestro ordenamiento tenemos dos tipos de plazos: de caducidad y de prescripción. Es importante conocer las diferencias entre ambos, pues no podemos usarlos como sinónimos o indistintamente sin errar y provocar consecuencias relevantes. Tanto la prescripción como la caducidad consisten en la extinción del derecho subjetivo por su no ejercicio en el transcurso de un periodo de tiempo determinado. La diferencia crucial es que la prescripción se interrumpe mientras que la caducidad se suspende. ¿Y eso qué quiere decir, OMG? Nuestro Código Civil establece que: La prescripción de las acciones se interrumpe por su ejercicio ante los Tribunales, por reclamación extrajudicial del acreedor y por cualquier acto de reconocimiento de la deuda por el deudor. Por tanto, una reclamación extrajudicial por ejemplo de una deuda, interrumpiría el plazo de prescripción. Si yo disponía de un plazo de 5 años para reclamar algo y lo reclamo extrajudicialmente a los 6 meses, con esa acción el plazo se interrumpe y contaría de nuevo con un plazo de 5 años para reclamar. Si el plazo fuera de caducidad, la reclamación solo suspendería el plazo y entonces contaría con 4 años y 6 meses restantes para poder ejercitar mi Derecho.
- Admitir a trámite. La admisión a trámite de la demanda es la primera decisión que debe adoptarse judicialmente una vez que se ha presentado una demanda y ha sido repartida a un Juzgado de 1ª Instancia. La lleva a cabo el Letrado de la Administración de Justicia, (otrora Secretario Judicial) por medio de decreto en el que se admite la demanda y se da traslado al demandado para que la conteste en el plazo de veinte días. Es una colocación típicamente jurídica que rara vez veo empleada en los ejercicios de traducción de nuestros alumnos del Curso de especialización en Derecho para Traducción Jurídica.
El lenguaje del Derecho está plagado de expresiones que tienen un significado jurídicamente relevante. Estas son simplemente un ejemplo de ellas. Y esta es solo la mitad de la ecuación, porque tan crucial es conocer nuestro propio ordenamiento jurídico como el de la otra lengua con la que trabajemos. Ya conoces nuestra propuesta: aprende Derecho para poder expresarte como un jurista.
Lola Gamboa