

Recientemente hemos leído y compartido dos artículos muy interesantes (uno en español y otro en inglés) sobre el debate en torno a si es siempre preferible un profesor nativo a la hora de aprender inglés o cualquier otra segunda lengua. Hay una preferencia lógica, tanto por parte de los alumnos como por parte de academias contratantes, en favor del profesor nativo, pero en estos artículos desgranan argumentos muy interesantes en favor del profesor no nativo. En Educación Digital, conscientes de que profesores nativos y los buenos profesores no nativos aportan distintos beneficios a los alumnos, llevamos tiempo organizando algunas de nuestras clases de tal forma que Jenny (nativa) y yo (no nativa), nos alternamos en las clases. Cada una aporta algo diferente y creemos que el cambio de profesora (los lunes una y los miércoles la otra, por ejemplo), es refrescante y beneficioso para nuestros alumnos.
No obstante, los profesores no nativos jugamos de alguna forma en desventaja, por motivos obvios. No es precisamente fácil impartir clases de una lengua que no es la tuya y ante un error los alumnos serán menos benévolos que si lo cometiera el profesor nativo (que los comete). ¿Cómo podemos intentar paliar esa desventaja? Voy a compartir con vosotros cinco ideas que me parecen fundamentales:
- No sin mi lesson plan. La preparación de la clase es la clave. Recordemos que cuando realmente trabaja un profesor es cuando planifica su clase; en el aula son los alumnos los que deben trabajar. Si tienes tu lesson plan bien preparado, tienes mayores probabilidades de impartir una buena clase. Un profesor nativo sin formación metodológica y sin lesson plan, puede en cambio resultar un profesor mediocre. Las clases requieren un ritmo, cada ejercicio tiene un por qué; planificarlo es fundamental.
- Ojo con la pronunciación. En mi experiencia como formadora de profesores de idiomas, este es uno de los puntos más débiles, al menos de los profesores españoles de lengua inglesa. Cuando estemos planificando la clase, es importante comprobar la pronunciación del vocabulario que vayamos a emplear. Con frecuencia las palabras inglesas no se pronuncian como creemos o llevan el acento (stress) en otra sílaba. Palabras como component, ingredient, comfortable, would o aren’t son frecuentemente mal pronunciadas por los alumnos, ¡porque hubo un profesor no nativo que les enseñó una pronunciación incorrecta de las mismas! Trabajar este aspecto me parece absolutamente esencial, especialmente si trabajamos con niños. Ellos son esponjas y cuando llegan a la edad adulta resulta ya muy difícil corregir ciertos vicios que adquirieron en la infancia.
- Formación metodológica. Con frecuencia los profesores no nativos reproducen en sus clases lo que ellos experimentaron como alumnos con sus propios profesores de segundas lenguas. Con los años, me convencí de que el no saber inglés es un gran complejo nacional: toda la vida con clases de inglés para no ser capaz de comunicarse en esta lengua (así es como piensan nuestros alumnos). ¡Eso es porque el método no funciona! ¿La solución? Cuestionarse la propia manera de impartir clase y formarse. En mi vida profesional, realizar el CELTA de Cambridge supuso un antes y un después. Por otro lado, leer libros de metodología (¡en inglés hay tantos y tan buenos!), también nos ayudará a reflexionar y a aprender técnicas que poner en práctica en nuestras clases.
- Tener buen material bibliográfico. Por lo menos en inglés, y debido a la gran industria que hay detrás de la enseñanza de esta lengua, los materiales publicados son excelentes. Por ejemplo, la colección de Cambridge Copy Collection nos proporciona fabulosas actividades con handouts ya preparados y legalmente fotocopiables. Los libros son caros, es cierto, pero son una inversión que se traduce en ahorro de tiempo sumado a materiales de calidad.
- Conocer los recursos que hay en Internet, ¡y usarlos! Los vídeos solían ser el material más caro antes de Internet. Ahora, con Youtube y otros canales similares, disponemos de muchísimo material, real o adaptado, que podremos emplear en clase o recomendar a nuestros alumnos para practicar en casa. No hace falta inventar nada nuevo, hay muchísimo material de calidad del que podemos servirnos: podcasts, ejercicios, herramientas 2.0, lesson plans… you name it!
Los profesores no nativos debemos trabajar para ser una verdadera alternativa a los nativos. Conocemos el proceso de aprender la lengua que enseñamos y podemos anticipar los errores que van a cometer nuestros alumnos, pudiéndoles aportar nuestra propia experiencia en el proceso de aprendizaje y servir de ejemplo de que dominar el inglés (u otra segunda lengua) es francamente posible.
5 comentarios. Dejar nuevo
Hola! Quería preguntarte cuál fue tu experiencia al cursar el CELTA. Me estoy planteando cursarlo, y no estoy segura a pesar de ser profesora de inglés y tener el nivel Proficiency. ¿Estamos en desventaja los nativos españoles al realizar este tipo de cursos?
Muchas gracias!
Miryam
Hola Myriam, yo te lo recomiendo 100% Para mí fue un antes y un después, un hito profesional en toda regla. Pese a tener muchos años de experiencia, me cambió muchísimos planteamientos y me ayudó a entender y a reorganizar. En mi caso fue fundamental y creo que me ayudó a marcar la diferencia. Son muchos los nativos que vienen con el CELTA bajo el brazo y creo que es sin duda una ventaja competitiva.
Hola yo tb soy una profesora Celta y tb lo recomiendo 100%. Si tomas en serio lo debes hacer.
Yo tengo una academia y utilizo muchas de las cosas aprendidas de alli. Eso si es cansino .
Después de haber terminado el curso incluso me atrevi a llevar mi pagina de facebook sobre enseñanza de ingles es Happy English with Rita.
Si no eres nativo desde luego es un must incluso mejor en mi opinio que un TEFL.
Gracias Rita por compartir aquí tus impresiones, buscaremos tu página en Facebook 😉
Hola, me gustaría recomendar blog de recursos e información para profesores http://www.teachers-zone.com