

Hay una famosa frase de Séneca que dice algo así como: «no hay viento favorable para el que no sabe a dónde va».
Esto mismo le pasa a tu blog jurídico si no tienes definidos sus parámetros esenciales. Si no sabes a dónde quieres llegar con tu blog, es difícil que tus lectores comprendan a dónde quieres llevarles.
Tienes que definir claramente el por qué de tu blog, cuál es su función, para qué existe. Qué propósito pretendes lograr con él y para quién escribes. Si tu blog no es un hobby, debe ayudarte a conseguir los objetivos profesionales que te marques para tu despacho.
En primer lugar es importante definir cuál es tu nicho y quién es tu audiencia. De forma sencilla, podemos definir tu nicho como la solución a un problema. Y para que de verdad tu blog este integrado en el proceso de venta de tus servicios profesionales, debes atraer a una audiencia a tu blog. El blog existe para unos lectores a quienes tú sirves. Aquí es dónde tienes que pensar en cuál es tu propuesta de valor y el objetivo de tu blog. Y escribirás cada entrada del blog teniendo en cuenta esos parámetros y directrices.
Dos preguntas que debes hacerte (y contestar) para empezar:
- ¿A qué grupo de personas quieres ayudar?
- ¿En qué área quieres ayudarles?
Por ejemplo, imagina que tengo un despacho que se dedica a compraventas inmobiliarias en la Costa del Sol. Digamos que el grupo al que quiero ayudar es: extranjeros que quieren comprar casa en la costa. Puedo ser incluso más específica: quiero ayudar a ciudadanos de lengua inglesa a comprar propiedades para destinar a uso vacacional en la costa. Cuando consigues desgranarlo de esta forma, tu estrategia de contenido adquiere una dimensión muy concreta.
Intenta completar los huecos en esta afirmación:
Yo ayudo/asesoro/acompaño/inspiro/enseño a __________________________ que quieren ______________________. Les muestro cómo____________________________________________.
Este es el primer paso para saber por qué existe tu blog y a quiénes te diriges. Esta es tu propuesta de valor.
Ahora te propongo dar un paso más. Ahora que ya sabes para quién escribes, profundiza un poco más y pregúntate qué cambio provoca tu blog en tus lectores. Te invito a pensar en tu blog como un motor de cambio para tu audiencia. Que cada entrada de tu blog no sea simplente «contenido», sino que sirva de catalizador para provocar cambios en tus lectores. Tu contenido puede (y debe) transformar a tus lectores.
Y esa transformación debería llevar a tu audiencia y a tu despacho hacia vuestros respectivos objetivos.
Pensemos en el «antes» y el «después» de tu lector. El «antes» es la situación actual en la que se encuentra y el «después» es dónde se hallará una vez que consuma e implemente el contenido de tu blog.
Siguiendo con el ejemplo anterior, imagina que mi objetivo es ayudar a ciudadanos extranjeros de habla inglesa a comprar una vivienda en la costa que se pueda destinar fácilmente a vivienda de uso turístico cuando ellos no estén en España y a cumplir todos los requisitos para llevar a cabo legalmente esta actividad. Quiero que conozcan y cumplan con las exigencias del reglamento andaluz de las viviendas turísticas, el alta en el Registro de Turismo, sus obligaciones fiscales, alta de viajeros en la web de hospederías de la Policía o la Guardia Civil, etc. Ese es el lugar al que quiero llevar a mis lectores, el destino y los servicios a los que quiero llevar a mi audiencia.
Para definir el cambio que quiero ayudarles a crear, tengo que pensar en 3 cosas:
- ¿En qué situación se encuentran actualmente mis lectores?
- ¿Cómo se sienten?
- ¿Qué pensamientos corren por sus cabezas?
Y voy a contestar a estas preguntas aplicando el enfoque del «antes» y el «después» de leer mis contenidos del blog:
- ¿En qué situación se encuentran actualmente mis lectores?
Antes: Tienen dificultades para encontrar información organizada, fiable y en inglés. Al estar en su país, buscan en internet aquí y allá, preguntan a otros amigos expatriados y consultan con caros abogados ingleses. No saben por dónde empezar ni cómo cumplir con todos los requisitos de la normativa local.
Después: Conocen el ABC de lo que deben hacer para desarrollar esta actividad de forma lícita y sin preocupaciones.
2. ¿Cómo se sienten mis lectores?
Antes: abrumados y perdidos. Lost in translation.
Después: En control de la situación. Tranquilos y confiados porque todo está bajo control.
3. ¿Qué pensamientos pueblan su mente?
Antes: No puedo hacer esto desde mi país, es demasiada información y no está bien traducida. No sé cómo llevar a cabo los trámites desde aquí, gestionar el alquiler de mi vivienda vacacional y en quién confiar.
Después: Tengo a un abogado en el que confío 100% y puedo respirar tranquilo porque sé que todo se está haciendo correctamente.
¿Me captas?
Venga, pues ya tienes ejercicio para esta semana. Haz este mismo proceso para tu blog y pon la dirección exacta en su GPS para que te lleve precisamente a donde tú quieres. En próximas entradas seguiremos avanzando para ir creando tu calendario de publicaciones.
¡Feliz jueves!