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Cuando das clases online pero en formato particulares o one-to-one, que tus alumnos repitan contigo es de lo más normal, ¿cierto? Es de hecho, entiendo, la base de tu negocio: lograr que alguien evolucione con el idioma que enseñas y vaya pasando, de tu mano, de un nivel a otro, de una etapa a la siguiente. Le vas dando lo que va necesitando de forma muy ad hoc.
Cuando impartes cursos grupales online la cosa es algo diferente.
Para que un alumno que realiza un curso contigo repita, tienes que tener oferta, es decir, tienes que ofrecer distintos cursos.
Es así de simple (y no tanto, espera a leer más abajo). La premisa es que si solo tienes un único curso, tu negocio se basará siempre en captar nuevos alumnos.
Y este puede ser un modelo algo ineficiente.
Porque suele ser más fácil conseguir que un alumno contento repita (pues ya te conoce y confía en ti) que lograr que alguien que no te conoce de nada dé el paso de formarse contigo.
Es decir: es más fácil conseguir un segundo sí quiero después de un primer sí quiero.
Si solo dispones de un curso creado, el modelo de alguna manera es este:
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Captas 1 alumno potencial
-
Le vendes tu curso
-
Te olvidas de ese alumno y vas a por el siguiente
¿Me sigues?
En mi caso, una de las cosas que me encantan y que además me indican que voy por buen camino, es que mis alumnos repiten conmigo.
Quizás un año se apuntan al curso Online TOLES de preparación del examen de inglés jurídico. Otro año se apuntan a mi membresía, Legaleasy Academy. Y otro año a mi curso de client care para abogados, que se llama Happy clients, Happy lawyers.
Entiéndeme bien: captación de nuevos posibles alumnos siempre vas a tener que hacer.
Porque tu oferta formativa no puede ser tampoco eterna. Yo me considero muy prolífica, la verdad, pero crear cada curso lleva muchísimo trabajo y, personalmente, no me veo creando un nuevo curso de inglés jurídico al año.
La cuestión es: una vez que un alumno prueba contigo y le gusta o incluso le encanta tu manera de enseñar y siente que gracias a tu curso evoluciona, es decir, que experimenta una transformación, que verdaderamente le llevas de A a B, si no tienes nada más que ofrecerle, se preguntará ¿y ahora qué? ¿Cómo paso de B a C?
Y si tú no puedes ayudarle, buscará seguir formándose con otro/a.
En los idiomas, a medida que los alumnos van logrando hitos, sus necesidades formativas van evolucionando y nosotros/as podemos construir una oferta de cursos online que responda a esas necesidades.
Para que repitan con nosotros.
A veces son los propios alumnos quienes te piden algo concreto y es siempre muy interesante escuchar qué es lo que te está pidiendo la gente, porque te lo pide por algo.
La verdad que en mi caso la creación de cursos es bastante espontánea y orgánica. Se me ocurre una idea, detecto una necesidad que me apetece cubrir o hay un formato que me apetece probar y me pongo manos a la obra. No hay mucha estrategia detrás.
Pero si te apetece ponerte a pensar estratégicamente antes de lanzarte a crear tus primeros cursos, podrás ver que hay dos tipos de oferta o estrategia que puedes seguir a la hora de definir tu cartera de cursos. Toma nota, que aquí empieza la chicha:
1. La diversificación horizontal
Es mi caso de alguna manera, en el sentido de que en Educación Digital tenemos por ejemplo cursos de inglés jurídico, de inglés médico y de Derecho español para traductores jurídicos.
Hay un hilo conductor claro entre estos nichos, como ves, que es el lenguaje de especialidad, pero lo que ocurre aquí es que un abogado hará un curso de inglés jurídico conmigo, pero probablemente no uno de inglés médico. Un traductor, sí podría hacer cursos de los tres nichos.
Lo interesante de este formato es, digamos ,que si una línea de negocio no me va tan bien, quizás otra sí. Pero por otro lado, con la estratega horizontal se puede diluir tu imagen de marca al no asociarte a nada concreto.
Por ejemplo: si tú ofreces inglés de los negocios, inglés para niños e inglés para exámenes de Cambridge. Creo que así se ve más claro, ¿verdad? Es una diversificación horizontal que no se basa en la especialización.
2. La diversificación vertical
Aquí la estrategia consiste en centrarse en un nicho concreto y dominarlo mejor que nadie, ofreciendo a los alumnos un itinerario a recorrer contigo a través de tus distintos talleres, cursos o programas formativos.
En nuestro caso, es fácil pensar al menos en una manera afrontar esta organización vertical, teniendo en cuenta, por ejemplo, el nivel de los alumnos.
Supongamos que te centraras en el speaking.
Podrías tener Speaking para novatos, Speaking para nivel intermedio y Speaking para nivel avanzado.
De forma lógica y natural, tus alumnos del curso 1 podrían pasar al curso 2 y de este al curso 3.
Se trata de ofrecer un recorrido formativo de la A a la Z, es decir, una continuidad entre curso y curso.
Verás que optar por especializarte en un vertical te permite posicionarte más fácilmente como experta/o en tu nicho y, entre otras cosas, también poder cobrar mejores tarifas.
Bien, como sabes soy bastante fan de la especialización, así que esta estrategia la verdad que me convence muchísimo; si bien también te digo que no estoy a favor de que lo inteligente coarte tu creatividad.
A mí se me antojó crear un curso de client care para abogados y lo creé. A lo mejor hubiera sido más inteligente crear un curso de inglés jurídico básico para principiantes (que ahora que lo pienso, qué buena idea), pero como te decía al principio, yo he ido creando mis cursos de forma más espontánea, dejando a mi creatividad liderar mi cartera de cursos, incluso cuando aprendí sobre estas estrategias de las que hoy te he hablado.
Y siempre tengo alguna idea de curso ahí en la recámara esperando a salir a la luz aunque hay años que me pido a mí misma, encarecidamente, no crear nada nuevo, porque aunque bello y emocionante, también es agotador.
En mi mentoring te hablo además de cómo crear tu cartera mínima viable de cursos de idiomas. Pero aquí lo dejamos ya por hoy.
Espero que esta información te haya resultado práctica y accionable. Si es así, ¡cuéntamelo en los comentarios!
¡Feliz jueves!
2 comentarios. Dejar nuevo
Muchas gracias Lola. Como siempre tus consejos, recomendaciones y observaciones son muy valiosas. Hace muchos años que me dedico a enseñar español para extranjeros y creo que me ha faltado tener claro mi Target de cursos y/o clientes.
Gracias, Laura. Así me sentí yo cuando empecé a aprender marketing: ¡tantos años con mi propio negocio y aprendo esto ahora! Pero más vale tarde que nunca y es super divertido en realidad.