

Antes de empezar decirte dos cosas:
- Esta entrada es un poco diferente a las habituales, porque me centro en trabajar tus creencias limitantes con respecto al inglés. Hazme caso: no te lo puedes perder.
- Al final del post, te he dejado un vídeo muy chulo con 5 estrategias muy simples de client care y frases para poder implementarlas
Bien, pues quería empezar contándote que hace poco, en una reunión en un gran despacho de abogados para organizar con ellos un programa formativo de inglés jurídico, el director del despacho me decía: «Yo es que con el inglés, lo he pasado mal«. Siempre me sorprende comprobar cómo el inglés sigue siendo, no solo una asignatura pendiente para casi todos, sino causa de una vergüenza mayúscula, de temor y de frustración. En adultos hechos y derechos. Adultos que ejercen la abogacía y que a diario van a los juzgados a hacer cosas realmente difíciles.
Me sorprendo pero, en realidad, lo entiendo perfectamente, porque me doy cuenta de que yo me hago lo mismo a mí misma: exigirme algo de tal manera que funciona justamente en mi contra, porque es un «debería» demasiado grande y difícil (o imposible) de asumir. Una carga, una obligación, de esas que pesan tanto que agobian. En mi caso, yo me exijo ser nativa, o al menos bilingüe. Como te podrás imaginar, ser nativa no es algo que esté en mi mano a estas alturas. Y bilingüe se nace igualmente. Pero da igual, yo me lo exijo, ¿será por pedir?
Y seguramente tú te exijas cosas del tenor de:
- Debería saber más inglés, con todo lo que he estudiado
- Debería ser capaz de mantener una conversación en inglés y no puedo ni decir dos palabras seguidas sin trabarme, una vergüenza
- Debería pronunciar mejor, sueno terriblemente Spanish y es un horror
- Debería dejar de cometer los mismos errores gramaticales, ya me vale
- Debería mejorar mi vocabulario porque es importante a nivel profesional, pero es que soy un desastre
- Debería ver siempre películas en versión original, leer o escuchar la radio en inglés para mejorar mi comprensión
Todo lo anterior son (auto)exigencias desorbitadas en la mayoría de los casos y, en definitiva, están conectadas con creencias limitantes que podríamos resumir en una: se me da mal el inglés a pesar de lo importante que es.
Siempre lo digo: el inglés es un gran complejo nacional. Una amiga (española) me acaba incluso de decir que está en nuestro ADN.
Cuando te hablas a ti mismo/a en términos de «deberías», estás sentando unas bases equivocadas que no te ayudan a progresar. Prueba a cambiar el «debo» por un «quiero«, a ver si cambia algo. Y qué decir de exigirte imposibles, porque en definitiva te estás autoimponiendo tener un dominio del inglés que no se corresponde con lo que le dedicas a esta lengua.
Con ese tipo de pensamientos pululándote por la cabeza es normal temerle a una cita con un cliente en inglés o, una vez en la reunión, estar más centrado en lo mal que crees que hablas que en el problema que te traen a tu despacho.
Así que me doy cuenta de que, también para mejorar tu inglés (el cual yo estoy abordando aquí desde la perspectiva del client care, es decir como una soft skill del abogado, una competencia o destreza intangible que puede ayudarte a diferenciar tus servicios del resto y también, como ves, a ser más feliz) lo primero a trabajar es tu mindset, tu mentalidad.
Créeme, no necesitas ser bilingüe para tener éxito con una clientela extranjera en tu despacho. Yo no soy bilingüe, y soy capaz de muchas cosas en inglés que un nativo no jurista, de hecho, no puede. Quizás en este camino puedo servirte de guía, para que veas lo que es posible, a dónde puedes llegar con un inglés lejos de perfecto.
Creo que es clave mandar tus creencias limitantes a darse un paseo y valorar si realmente es interesante para ti mejorar ciertos aspectos del inglés para hacer crecer tu clientela extranjera. Si me sigues en el blog, es probablemente porque valoras positivamente incorporar vocabulario especializado y técnicas de client care inglesas a tu práctica profesional.
Si la respuesta es afirmativa, construye tu permiso para no tener un inglés perfecto y aún así poder ayudar a clientes extranjeros. E incorpora, poco a poco pero con foco, dos herramientas muy concretas:
- técnicas básicas para brillar por tu client care
- vocabulario especializado en inglés
Te pongo un ejemplo: ¿qué tal si, justo antes de la primera cita con un potencial cliente en inglés, le enviaras un breve cuestionario estándar (bien traducido, please) para conocer la naturaleza de su problema y así poder preparar mejor la terminología para el cara a cara con él en la reunión?
O, ¿qué tal si tuvieras un modelo o guión de sesión o cita ya preparado y fueras guiando al cliente a través de las distintas fases, implementando un proceso que hiciera todo mucho más sencillo para ambas partes?
Por otro lado, que tengas acento Spanish es parte de tu encanto nativo. Mi pareja, es irlandés y no cambiaría por nada su acento al hablar español, ¡es tan guay!
Que cometas algún error gramatical es de esperar y también los cometemos en español, por cierto. Hay expertos en gramática inglesa que abogan por hacer desaparecer la «s» de la tercera persona.
Pero, si te preocupas sinceramente por el problema de tu cliente y le haces sentir que es importante para ti, si te centras en entenderle de verdad, verás hasta dónde puedes llegar no siendo bilingüe.
Porque, además, no es necesario serlo para poder comunicarte bien en inglés jurídico. Fíjate, por ejemplo, en que la frase «el juzgado ha fallado a favor del demandado y vamos a recurrir la sentencia» no es gramaticalmente compleja. Lo que te hace falta aquí es conocer los términos específicos para no dar más vueltas que un trompo: the court has found for the defendant and we are going to appeal against the judgment. Tan sencillo como esto. Foco, my friend.
Así que para 2019, te propongo esto: construir tu permiso para ser un abogado no bilingüe que se preocupa genuinamente por sus clientes extranjeros y puede crecer en este ámbito tan interesante con un inglés que no es perfecto.
Para terminar te he preparado un vídeo con 5 estrategias y expresiones muy chulas para que las uses en la primera cita con un cliente en inglés. Apenas dura 9 minutos y con él cierro el 2018 en el blog, un año fabuloso en el que he disfrutado muchísimo compartiendo mis conocimientos contigo. ¡Vamos a por el 2019, people!
Por cierto, en el vídeo he colado un gazapo gramatical, ¿eres capaz de encontrarlo?
Merry Xmas and happy New Year!
2 comentarios. Dejar nuevo
No estoy de acuerdo en el constante uso de Spanglish en tu blog, como client care (es vez de atención al cliente), mindset (en vez de forma de pensar), soft skill (en vez de herramienta imperceptible), Spanish (en vez de español) o please (en vez de por favor). En mi opinión, es esencial hacer la distinción entre los dos idiomas y no tratar de adoptar anglicismos innecesarios como si fuera algo normal.
Atentamente,
Gracias Javier por leer el blog y aportar tu punto de vista. ¡Feliz 2019!